TOC de Escrupulosidad Moral

Autor: Jon Hershfield, MFT (1). Traducido y resumido por Yann Lana (2)

Fuente original: https://www.sheppardpratt.org/news-views/story/moral-scrupulosity-ocd-part-one

En esta serie de artículos, estructurada en tres partes, Jon Hershfield nos explica el TOC de Escrupulosidad Moral en detalle.

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En la primera parte, presenta el TOC de Escrupulosidad Moral como “una preocupación excesiva sobre el bien y el mal y la falsa dicotomía de persona buena/mala, independientemente de las creencias religiosas”. Y añade que “los valores y la ética de la cultura en la que vive el paciente, son las reglas que el TOC dicta que deben seguirse a la perfección”.

Según Hershfield, algunas manifestaciones comunes en el TOC de escrupulosidad moral son: la preocupación excesiva por ser 100% honesto, por saltarse las normas, por haber hecho algo inmoral o hacer que otra persona haya hecho algo inmoral, o por la necesidad de saber exactamente en qué medida ha ocurrido algo inmoral.

Hershfield apunta que la escrupulosidad moral se infiltra en casi todos los subtipos de TOC (contaminación, daño físico/moral, orientación sexual, pedofilia, relacional, religioso) y lo explica con ejemplos en cada caso.

Compulsiones en el TOC de escrupulosidad moral

A menudo, Hershfield observa que las personas afectadas llevan a cabo compulsiones que parecen tener una función, pero realmente tienen otra, y este problema de no reconocer por qué se está haciendo una compulsión puede obstaculizar el tratamiento del TOC. Pone el siguiente ejemplo: “es fácil suponer que una persona que se lava excesivamente las manos tiene miedo de enfermarse. Pero podría estar simplemente midiendo su integridad moral y la certeza de que está siendo higiénico. En este caso, la exposición al miedo de contraer o causar una enfermedad será menos efectiva que la exposición al miedo de ser socialmente mal educado o inadecuado”.

Hershfield nombra en su artículo algunas compulsiones comunes relacionadas con la escrupulosidad moral: reasegurar, confesar actos inmorales, revisar mentalmente, rumiar sobre escenarios morales hipotéticos, racionalizar, autocastigarse o disculparse excesivamente.

EPR y TOC de Escrupulosidad Moral

La exposición y prevención de respuesta (EPR) es la forma más efectiva de tratar cualquier tipo de TOC. Hershfield apunta que es posible que el paciente se preocupe con que la exposición a las obsesiones de tipo moral signifique hacer cosas inmorales. Pero no tiene por qué ser así; lo aclara con el siguiente ejemplo: “la exposición al miedo a mentir no es necesariamente mentir, la exposición puede ser involucrarse en comportamientos en los que no está claro si ha tenido lugar una mentira”.

Los objetivos de la EPR según Hershfield son entre otros: mejorar la tolerancia a la incertidumbre, violar la expectativa de que la incertidumbre sobre la moralidad es intolerable y mejorar la habilidad de comprometerse con conductas basadas en valores a pesar de los pensamientos/sentimientos no deseados.

¿Obligarán los terapeutas al paciente a hacer cosas terribles?

Hershfield aclara que “los terapeutas siempre trabajan dentro del marco moral del paciente y sin la intención de violarlo”. Para ello dice que “los terapeutas necesitan identificar qué líneas no se cruzarán”. Pone como ejemplo que no le pedirán a una persona con escrupulosidad moral que coja dinero de las limosnas de una persona sin hogar. Hershfield matiza: “enfrentarse cara a cara con la incertidumbre es lo que funciona”. Explica que una vez que los terapeutas identifican las líneas que no deben cruzar, el paciente explorará el área más cercana a la línea y aprenderá a caminar alrededor de ella de manera natural.

En la segunda parte de esta serie de artículos, Hershfield cuenta una interesante vivencia personal de cuando era pequeño para entender mejor en qué consiste el TOC de Escrupulosidad Moral. A continuación pone algunos ejemplos para ver realmente hasta qué punto puede llegar este subtipo de TOC: una madre puede caer en un sinfín de rituales mentales que van y vienen entre la autocrítica y la racionalización por haber dejado que su hijo escuche una canción con letras inapropiadas para su edad; un niño puede repetir una y otra vez los detalles de un evento en la escuela por temor a que haya omitido algo que haga que la historia no sea perfectamente honesta; una mujer puede recordar de repente un comentario que le hizo a un colega el año pasado y preguntarse si podría haberse percibido como racista, y luego quedarse atascada continuamente buscando consuelo al respecto en sus amigos y en Internet: un hombre puede recordar de repente que su ex-novia rechazó un acto sexual y pasar cada momento del día tratando de recordar si la coaccionó de alguna manera, incluso buscando en Internet posibles referencias condenatorias en ese período de tiempo.

El tratamiento psicológico se puede complementar con mindfulness, terapia congnitiva y autocompasión. Respecto a la terapia cognitiva, Hershfield explica cada una de las distorsiones cognitivas aplicadas al TOC de Escrupulosidad Moral: fusión pensamiento acción (FPA), pensamiento todo o nada, magnificación, descalificar lo positivo, abstracción selectiva, razonamiento emocional, sobreestimación de la responsabilidad y debeísmo.

En la tercera y última parte, Hershfield explica la “contaminación moral” y hace una analogía con el TOC de contaminación clásico. Pone algunos ejemplos de ejercicios  de exposición y prevención de respuesta (EPR) para sentirse moralmente sucio, por ejemplo, a pensamientos como: “hice algo malo”.

Termina diciendo que puede que la EPR consista realmente en tomar el riesgo de ponerse en primer lugar, como cuando tienes que ponerte la mascarilla de oxígeno en el avión en una situación de emergencia antes de ponérsela a tus hijos; en otras palabras “puedes elegir anteponer primero tu disfrute de la vida, tu compromiso con la familia o prestar atención a los aspectos de la vida que realmente te importan, y de esta manera podrás ayudar mejor al mundo que te rodea”.

(1) Jon Hershfield, MFT (Terapeuta Familiar y Matrimonial) es director del Centro para el TOC y la Ansiedad en la clínica Sheppard Pratt de Baltimore, EE.UU. Está especializado en Trastornos de Ansiedad, Terapia Cognitiva Conductual y Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).

(2) Yann Lana, PEP (Persona con Experiencia Propia) pertenece al Grupo de Trabajo y Activismo Internacional de la Fundación de TOC Internacional (IOCDF), y es vocal de la Asociación TOC Zaragoza.