Algunas veces los pacientes transmiten su malestar cuando tienen que cambiarse de psicólogo. En ocasiones, después de peregrinar por dos o tres de ellos, claudican y dejan la terapia. Por tanto, nuestra tarea como Asociación es divulgar las terapias de mayor efectividad.
Los expertos recomiendan un tratamiento, bien con Terapia Cognitiva-Conductual (TCC), bien con Terapia Cognitiva-Conductual y farmacoterapia. En TOC leve o moderado la elección inicial ha de ser la TCC; cuando el TOC es más severo se recomienda la segunda opción. Extracto sacado de «Obsesiones y Compulsiones» (2005), de J.A. Aldaz y M.M. Sánchez, p. 162.
Dentro de la Terapia Cognitiva-Conductual cabe destacar la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR). Exposición equivale a confrontar las obsesiones, o los pensamientos, imágenes, etc. que causan las sensaciones incómodas, al mismo tiempo que no se realizan las compulsiones para neutralizar las sensaciones (prevención de respuesta). La meta es continuar con la tarea de no llevar a cabo las compulsiones hasta que acontezca una reducción en la ansiedad. Este proceso se denomina habituación. Con la ayuda de un profesional entrenado en EPR, la persona con TOC puede notar cómo la ansiedad puede reducirse al tomar contacto con las cosas temidas y no realizar las compulsiones.
Es muy importante asegurarse, antes del tratamiento, de que el terapeuta es psicólogo clínico o psicólogo general sanitario y que conoce la técnica de la EPR y la práctica. Para esto último, hay preguntarle directamente antes de comenzar.
El método de los cuatro pasos (J. Schwartz, 1996) ayuda a hacer la prevención de respuesta, tanto en la psicoterapia como en el día a día. Estos pasos consisten en:
1º Re-etiquetar: Es fundamental diferenciar los pensamientos normales del día de los pensamientos obsesivos poniéndoles mentalmente una etiqueta. Es decir, sólamente decirnos «esto lo reconozco como un pensamiento obsesivo».
¿Cómo etiquetar un pensamiento obsesivo? Si cumple estas características: Intrusivo e involuntario – Repetitivo – Genera duda y miedo – Genera ansiedad, culpabilidad y desesperación – Lo intentas rechazar – Lo intentas neutralizar – Egodistónico.
2º Re-atribuir: Darse cuenta de que la intensidad y la intrusión de cada pensamiento e impulso ha sido causado por el TOC, y es a causa de un desequilibrio bioquímico en el cerebro. «Esto lo atribuyo al mal funcionamiento del cerebro (TOC)».
3º Re-enfocar: Rodear los pensamientos del TOC reenfocando la atención en cualquier otra cosa, al menos por unos minutos: realizar otra actividad o comportamiento. A pesar de que nuestro pensamiento obsesivo siga en nuestra mente y aceptándolo plenamente, tenemos que seguir haciendo lo que estábamos haciendo o reenfocar nuestra actividad o conducta hacia lago que nos haga tener atención plena.
4º Re-valorar (espontáneo): No tomar el pensamiento del TOC por su valor aparente. No es nada importante en sí mismo. Nuestra valoración como espectador imparcial será mucho menor que la que realizábamos antes, pues ya sabemos qué nos pasa y porqué nos pasa. La valoración menor del pensamiento obsesivo nos da más fuerza para seguir reenfocando.
Os dejamos un audio con los 4 pasos (cedido por la psicóloga Rosa Lafuente)
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y cuatro vídeos explicativos elaborados por un afectado de la Asociación
Estudios recientes han demostrado que aprendiendo a gestionar las obsesiones y compulsiones a través de una terapia conductual, es posible empezar a cambiar la bioquímica que causa los síntomas del TOC. Además, las personas con TOC pueden aprender ellas mismas a cambiar “de marcha” con una terapia conductual auto-dirigida. Haciendo esto, es posible arreglar “la caja de cambios” del cerebro, es posible cambiar la bioquímica de nuestro cerebro.
Os dejamos un documento elaborado por la Asociación TOC Murcia sobre la Terapia Congnitiva Conductual (hay además una explicación de la Terapia Basada en la Inferencia, que no hemos tratado aquí)
Otras terapias: la técnica metacognitiva está en vías de experimentación, si bien parece que está dando buenos resultados, aunque no tiene el visto bueno definitivo por no estar debidamente contrastada todavía. Tratamientos que deben desecharse de pleno para el TOC: el psicoanálisis, la Gestalt y la EMDR. Esta última sólo es indicada para tratar el shock postraumático. Sí que hay algunas técnicas que pueden servir de apoyo: las terapias interpersonales y la terapia de aceptación y compromiso. El mindfulness sólo en casos de TOC leve porque, si es grave, lo puede empeorar, y siempre en fase avanzada del tratamiento.
Si el TOC es muy severo o demasiado perturbador como para llevar adelante un tratamiento de EPR, la terapia farmacológica puede ser recomendada. La mayoría de las medicinas que ayudan en el tratamiento del TOC son conocidas como antidepresivos, y son Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS). Los medicamentos pueden ayudar a regular los químicos cerebrales (especialmente la serotonina, un neurotransmisor) mientras la persona continúa su tratamiento terapéutico. Actualmente se están investigando otro tipo de fármacos para el TOC que actúan en el neurotransmisor glutamato.
– Conferencia de la Psiquiatra Marta Pérez Gaspar, de la Asociación TOC Granada. VII Reunión Nacional de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), Monachil 9 de febrero de 2019:
– Relación de medicamentos que aparecen en el libro «Obsesiones y Compulsiones» (2005), de J.A. Aldaz y M.M. Sánchez.
Existen intervenciones de psicocirugía como la Estimulación Cerebral Profunda (ECP) que se aplica a pacientes resistentes a las demás terapias, tras largos años sin mejoría. Sin llegar a ser agresiva, debe aplicarse bajo recomendación y supervisión médica y después de muy estudiado el caso. Da buenos resultados y es reversible. Pero, por ejemplo, no se debe aplicar a los pacientes que hayan sufrido algún episodio de hipomanía (exceso de euforia que lleva a conductas extremas o fuera de lo razonable). También existen otras intervenciones de psicocirugía como la radiocirugía estereotáctica con rayos gamma o «bisturí gamma». Recientemente se ha aprobado para el TOC un tratamiento coadyuvante neuromodulador no invasivo: la Estimulación Magnética Transcraneal repetitiva profunda (EMTr).
Os recomendamos esta Guía Práctica Clínica sobre el TOC en niños y adolescentes elaborada por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM).
Información sacada de ¿Qué sabemos sobre el Trastorno Obsesivo Compulsivo?, Westwood Institute for Anxiety Disorders, las charlas de Apoyo a Familias impartidas por el psicólogo clínico J.A. Aldaz y de la Fundación Internacional de TOC (IOCDF) .