En esta ocasión, vamos a resumir las tres últimas caminatas realizadas en los meses de marzo, abril y mayo, unos meses primaverales en los que la Naturaleza está en todo su esplendor y resulta muy agradable caminar disfrutando de ella.
El domingo 26 de marzo, doce andarines hicieron el trayecto desde la Avenida de América, en el barrio de Torrero, hasta las esclusas de Valdegurriana. No era la primera vez que se organizaba una caminata hasta allí, pero es que el lugar merece la pena y más en un día soleado de primavera. Fueron 10 kilómetros en total que se hicieron muy a gusto y disfrutando del camino a orillas del Canal Imperial. Las esclusas de Valdegurriana se construyeron en el siglo XVIII para salvar un desnivel del canal que fue navegable durante décadas para el transporte de personas y mercancías. Actualmente ya no están en uso, habiéndose retirado sus compuertas. En esta ocasión, fue Fernando Cámara, socio de nuestra asociación y gran andarín, quien organizó el recorrido. A él le agradecemos su buena disposición, ya que será quien sustituya a Carlos Ferraz, de ahora en adelante.


El domingo 16 de abril, fueron quince los andarines quienes hicieron un recorrido por la ribera del Ebro, saliendo de la Pasarela del Voluntariado y regresando al mismo lugar, tras andar aproximadamente 9 km. Hizo un día espléndido. Tal y como decía una socia, “sol, verdor por todas partes, pajarillos cantando y los andarines contentos por haber llevado a cabo una nueva caminata en buena compañía”. Para terminar la mañana y reponer fuerzas, no podía faltar el refrigerio en una terraza, como broche final, acompañado por una rica repostería casera que llevaron Fernando Cámara y María Domene.


Y el domingo 14 de mayo, la ruta fue una de las favoritas de los andarines: la del Galacho de Juslibol. Era la tercera vez que se hacía desde que comenzamos la actividad de senderismo, pero siempre sorprende por el gran atractivo que tiene el agua (meandro y lagunas), la vegetación, y la fauna. De hecho, ese día había una mesa en la que unos voluntarios medioambientales informaban de las diferentes clases de aves que se encuentran en el Galacho, ya que era el Día Mundial de las Aves, e incluso mostraban algunas de ellas, que luego soltaban. Otras voluntarias enseñaban también unas tortugas que son típicas de allí. No podía faltar la subida al escarpe, desde donde se divisa una hermosa panorámica de los alrededores. El recorrido, de casi 8 km se hizo muy agradable y los andarines disfrutaron de un día primaveral y soleado, que acabó con un piscolabis de pasas y anacardos para recuperar fuerzas en animada charla.


Nuestro agradecimiento a Fernando por organizar la andada y la invitación a todos para que os animéis a participar en la siguiente caminata, porque como dice Carlos: “Es la mejor terapia para desconectar”.