Tratamientos

Algunas veces los pacientes transmiten su malestar cuando tienen que cambiarse de psicólogo. En ocasiones, después de peregrinar por dos o tres de ellos, claudican y dejan la terapia. Por tanto, nuestra tarea como Asociación es divulgar las terapias  de mayor efectividad.

Los expertos recomiendan un tratamiento, bien con Terapia Cognitiva-Conductual (TCC), bien con Terapia Cognitiva-Conductual y farmacoterapia. En TOC leve o moderado la elección inicial ha de ser la TCC; cuando el TOC es más severo se recomienda la segunda opción. Extracto sacado de «Obsesiones y Compulsiones» (2005), de J.A. Aldaz y M.M. Sánchez, p. 162.

Dentro de la Terapia Cognitiva-Conductual cabe destacar la Exposición y Prevención de Respuesta (EPR). Exposición equivale a confrontar las obsesiones, o los pensamientos, imágenes, etc. que causan las sensaciones incómodas, al mismo tiempo que no se realizan las compulsiones para neutralizar las sensaciones (prevención de respuesta). La meta es continuar con la tarea de no llevar a cabo las compulsiones hasta que acontezca una reducción en la ansiedad. Este proceso se denomina habituación. Con la ayuda de un profesional entrenado en EPR, la persona con TOC puede notar cómo la ansiedad puede reducirse al tomar contacto con las cosas temidas y no realizar las compulsiones.

Es muy importante asegurarse, antes del tratamiento, de que el psicólogo o psiquiatra conoce y practica la EPR. Para esto último, hay que preguntarle directamente antes de comenzar. Te recomendamos la lectura de este artículo: 5 preguntas para averiguar si tu terapeuta puede tratar eficazmente el TOC.

Si el TOC es muy severo o demasiado perturbador como para llevar adelante un tratamiento de EPR, la terapia farmacológica puede ser recomendada. La mayoría de las medicinas que ayudan en el tratamiento del TOC son conocidas como antidepresivos, y son Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS). Los medicamentos pueden ayudar a regular los químicos cerebrales (especialmente la serotonina, un neurotransmisor) mientras la persona continúa su tratamiento terapéutico. Actualmente se están investigando otro tipo de fármacos para el TOC que actúan en el neurotransmisor glutamato. Las pruebas farmacogenómicas para el TOC se consideran una opción complementaria, o algo que podría añadirse a la atención basada en la evidencia, con limitaciones.

Relación de medicamentos que aparecen en el libro «Obsesiones y Compulsiones» (2005), de J.A. Aldaz y M.M. Sánchez.

– Conferencia de la Psiquiatra Marta Pérez Gaspar, de la Asociación TOC Granada. VII Reunión Nacional de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), Monachil 9 de febrero de 2019:

Otras terapias: la terapia metacognitiva y la terapia basada en la inferencia (TBI) están en vías de experimentación, si bien parece que están dando buenos resultados, aunque no tienen el visto bueno definitivo por no estar debidamente contrastadas todavía. Tratamientos que deben desecharse de pleno para el TOC: el psicoanálisis, la hipnoterapia, la Gestalt y la EMDR. Esta última sólo es indicada para tratar el trastorno por estrés postraumático (TEPT). Algunas terapias que pueden servir de apoyo son: el mindfulness y la terapia de aceptación y compromiso (ACT). El mindfulness se recomienda en fase avanzada del tratamiento.

El método de los cuatro pasos (J. Schwartz, 1996) es una técnica metacognitiva-biocondutual autodirigida de prevención de respuesta basada en mindfulness. Estos pasos consisten en: reetiquetar, reatribuir, reenfocar y revalorar.

Os dejamos cuatro vídeos explicativos y un audio con los 4 pasos (cedido por la psicóloga Rosa Lafuente).

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Estudios recientes han demostrado que aprendiendo a gestionar las obsesiones y compulsiones a través de una terapia conductual, es posible empezar a cambiar la bioquímica que causa los síntomas del TOC. Además, las personas con TOC pueden aprender ellas mismas a cambiar “de marcha” con una terapia conductual auto-dirigida. Haciendo esto, es posible arreglar “la caja de cambios” del cerebro, es posible cambiar la bioquímica de nuestro cerebro.

Existen intervenciones de neuromodulación invasiva como la Estimulación Cerebral Profunda (ECP) que se aplica a pacientes resistentes a las demás terapias, tras largos años sin mejoría. Debe aplicarse bajo recomendación y supervisión  médica y después de muy estudiado el caso. Pero, por ejemplo, no se debe aplicar a los pacientes que hayan sufrido algún episodio de hipomanía (exceso de euforia que lleva a conductas extremas o fuera de lo razonable). Es reversible. Por otro lado, recientemente se ha aprobado para el TOC un tratamiento coadyuvante neuromodulador no invasivo: la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) con un protocolo específico. También existen intervenciones de ablación como la ablación térmica por radiofrecuencia, la terapia térmica intersticial con láser (LITT), la radiocirugía estereotáctica con rayos gamma (bisturí gamma) o la cirugía de ultrasonido enfocado guiado por resonancia magnética, todas ellas en estudio.

Os recomendamos esta Guía Práctica Clínica sobre el TOC en niños y adolescentes elaborada por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM).

Información sacada de ¿Qué sabemos sobre el Trastorno Obsesivo Compulsivo?, Westwood Institute for Anxiety Disorders, las charlas de Apoyo a Familias impartidas por el psicólogo clínico J.A. Aldaz y de la Fundación Internacional de TOC (IOCDF) .